La energía solar no acaba de arrancar. Tampoco la eólica. Son unas tecnología demasiado caras o improductivas en comparación con otras mucho más baratas y contaminantes. Los expertos todavía tienen que dar con la fórmula mágica, esa que pueda ofrecer un sistema sostenible de generar energía, una con la que dar un puñetazo sobre la mesa de las grandes petroleras. Pues podría ser que esa alternativa ya es una realidad, solo que en vez de en forma de puñetazo ha llegado a través de un pisotón.

La idea de poder transformar nuestras pisadas en energía capaz de enceder una bombilla se le ocurrió a un joven emprendedor británico. Laurence Kemball-Cook, de 26 años, solo necesitó un ordenador y 50 libras para desarrollar una tecnología que ya se ha aplicado en lugares tan importantes como los Juegos Olímpicos de Londres 2012 o la maratón de París.

Su invento consiste en colocar una baldosa inteligente, cuyo funcionamiento es secreto, no os vayáis a creer que el chaval va a regalar la gallina de los huevos de oro, hundida en el suelo lo menos posible para que pueda transmitir el peso de la pisada a una bombilla gracias a unos materiales eléctricos. Así es como, por ejemplo, se iluminó uno de los escenarios flotantes en la Marina Bay de Singapur durante la Hora de la Tierra de 2013.

Evidentemente, por ahora todo el tinglado no es más que un proyecto de futuro, de futuro lejano se podría añadir, pero por lo menos Kemball-Cook ya cuenta con algo más de dinero para mejorar y distribuir sus baldosas. En concreto cuenta con 230 millones de euros que los fondos de inversión Renaissance Capital Partners y London Business Angels han otorgado a su startup, que él decidió bautizar con el nombre de Pavegen. ¿Y vosotros? ¿También pensáis que nuestras propias pisadas son la alternativa definitiva al petróleo y la energía nuclear?

Imagen: dietadeporte/Flickr (cc)